viernes, 15 de junio de 2012
1 Mac 2. 19-26
19 Respondió Matatías, y dijo en alta voz: Aunque todas las gentes obedezcan al rey Antíoco, y todos abandonen la observancia de la ley de sus padres y se sometan a los mandatos del rey
20 yo, y mis hijos, y mis hermanos obedeceremos la ley de nuestros padres
21 Quiera Dios ampararnos. No nos es provechoso abandonar la Ley y los preceptos de Dios
22 No daremos oídos a las palabras del rey Antíoco, ni ofreceremos sacrificios, violando los mandimientos de nuestra Ley por seguir otro camino.
23 Apenas había acabado de pronunciar estas palabras, cuando a vista de todos se presentó un cierto judío para ofrecer sacrificios a los ídolos sobre el altar que se había erigido en la ciudad de Modín, conforme a la orden del rey
24 Vióle Matatías, y se llenó de dolor; conmovierósele las entrañas; e inflamándose su furor, conforme al espíritu de la Ley, se arrojó sobre él, y le mató sobre el mismo altar.
25 No contento con esto, mató al mismo tiempo al comisionado del rey Antíoco, que forzaba a la gente a sacrificar, y derribó el altar;
26 mostrando su celo por la Ley e imitando lo que hizo Fineés con Zamri, hijo de Salomí
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