jueves, 12 de julio de 2012
2 Macabeos 12. 43-46
43 Y habiendo recogido en una colecta que mandó hacer, doce mil dracmas de plata, las envió a Jerusalén, a fin de que se ofreciese un sacrificio por los pecados de estos difuntos, teniendo, como tenía, buenos y religiosos sentimientos acerca de la resurrección,
44 -pues si no esperara que los que habían muerto habían de resucitar, habría tenido por cosa superflua e inútil el rogar por los difuntos-.
45 y porque consideraba que a los que habían muerto después de una vida piadosa, les estaba reservada una grande misericordia.
46 Es, pues, un pensamiento santo y saludable el rogar por los difuntos, a fin de que sean libres de sus pecados.
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